Me gusta mantener un estilo fluido, cambiar lo que hago y absorber técnicas a lo largo de mi trayectoria. Me encanta descubrir nuevas maneras de lograr lo que mi mente imagina. Algunas de mis mejores obras han surgido de fracasos rotundos. Y otra observación es que uno sabe qué se pretende y qué no. El espectador solo ve el artículo terminado, no los componentes básicos. Así que intento consolarme con esto cuando soy demasiado crítico con mi propio trabajo.

Los encargos pueden ser un reto para mí. A veces me preocupa que la realidad sea chocante y demasiado alejada de la obra imaginada. Por otro lado, está el desafío: dar un paso al frente y esforzarse al máximo para que sea especial. Saber que alguien confía en tus habilidades es, en mi opinión, un gran cumplido y me da un impulso creativo que a veces dura semanas. Además, recibir una recompensa económica por tu esfuerzo significa que puedes recargar materiales de arte y mantener el circo en marcha.